Clase Nº 2

DEVOCIONAL DIARIO

Toda adoración debe comenzar con la Biblia. Pues ella es un mapa que nos conduce a Dios.

Nuestra lectura no debe ser una maratón, sino una asimilación lenta y deliberada del mensaje divino. Los planes de lectura o la memorización mecánica de pasajes bíblicos no ayudan en esto. Hay momentos en que un versículo ejerce sobre nosotros una gran atracción, que debemos reposar en ellos hasta que esa palabra haya hecho su obra en nuestros corazones. Es allí donde permitimos que ese pasaje madure en nuestra mente y nuestro corazón. (Sal. 119:97-104)

La importancia de leer la Biblia no es una actividad en sí misma, sino una comunión y relación con su Autor. Por lo que la lectura bíblica debe seguir el mismo espíritu de quien la escribió.

La Biblia representa el canal de comunicación directo que tenemos con el cielo. Es la carta abierta por la que Dios se comunica y transfiere sus conocimientos y sabiduría a nuestra alma. Dios nos habla a través de ella y merece nuestro respeto y atención.

“En mi corazón he guardado tus dichos…” Sal. 119:11

Si queremos madurar en nuestra experiencia cristiana, debemos disponer de alimentos que nos fortalezcan durante nuestro crecimiento y caminar con Dios. Muchas de las herramientas que pueden proporcionarnos una guía; lo representan las obras escritas por nuestros pastores, quienes ya han experimentado una mejor y mayor profundidad espiritual y desean transmitirlas a nosotros. Por ejemplo: Devocional del Pr. Carlos, materiales de lectura complementaria, etc.

HOMBRES Y MUJERES DE PALABRA.

“Toda la escritura es un mensaje enviado por Dios, y es útil para enseñar, reprender, corregir y mostrar a la gente como vivir de la manera que Dios manda, para que el siervo de Dios este listo y completamente capacitado para toda buena obra”. 2º Tim. 3:16-17

Al nutrirnos y llenarnos de la Palabra de Dios, somos instruidos y preparados para poder bendecir a otros por medio de ella.

En todo momento a nuestro alrededor y nuestras actividades diarias, nos encontramos con personas que atraviesan por diferentes circunstancias adversas, y muchas de ellas se reúsan a ir a la iglesia, por lo que nosotros somos el primer contacto que tienen aquellas personas con Dios. Esta es una excelente oportunidad para poner en práctica un versículo bíblico que hayamos recibido en nuestro devocional diario, o alguna palabra que Dios haya marcado en nuestro corazón mientras medité y hablé con Él a solas.

Nuestra adoración personal dice mucho acerca de Dios y de mí. Como adoradores que llevamos una vida de adoración, debemos llevar este hábito de la palabra más allá de nuestro hogar e intimidad. Ser también agentes de cambio, hombres y mujeres de palabra que comparten las buenas nuevas de Dios más allá de una plataforma o una canción.

Por ello es necesario que busquemos con anhelo y constancia de la intimidad de Dios. Que nos instruyamos y enseñemos en la Palabra de Dios, como por ejemplo la realización de un Instituto Bíblico, que permita nuestro crecimiento relacional con nuestro Padre, a fin de que transformemos lo que nos rodea por medio de una palabra.

SUGERENCIAS PARA COMENZAR.

• Fijar un tiempo y un lugar específico para estar con Dios.

• Escoger un libro de la Biblia y comenzar con un capítulo.

• Leer versículos y recoger las ideas principales en alguna libreta.

• Reflexionar acerca de lo leído: ¿Hay algún ejemplo a seguir?, ¿Hay algún mandato a obedecer?, ¿Hay alguna promesa que debo confesar?, ¿Hay algún caso práctico en lo que pueda aplicarse?, etc.

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